Es indudable que el costo beneficio de
implementar un plan de vacunación contra el VPH para la prevención del cáncer
de cuello uterino es superior al tradicional método de despistaje mediante
citología. La eficiencia de la vacunación ha mostrado reducir significativamente
la incidencia del cáncer de cuello uterino. Indudablemente, que el éxito
observado en estos datos epidemiológicos conduce a considerar modificaciones en
el programa de despistaje. Asimismo, también existe evidencia en los estudios
de metaanálisis de una marcada superioridad de las pruebas de detección de ADN
del VPH sobre la mencionada citología. La razón, los análisis retrospectivos
señalan que más del 80% de los canceres cervicales son causados por los
subtipos de VPH 16 y 18 (existen más de 50 subtipos de VPH). Precisamente, la
vacuna está dirigida para eliminar estos dos subtipos de VPH más oncogénicos.
Y, posiblemente, el resto de los subtipos de VPH menos oncogénicos, es decir,
con menores tasas de transformación neoplásica, deben reducirse
concomitantemente. Así que creemos que vamos a entrar en una nueva etapa,
basada en la vacunación contra el VPH y en la pesquisa mediante pruebas de
tipificación del VPH, lo cual debe incrementar el intervalo de despistaje anual
actual que tenemos mediante citología. No obstante, el plan de vacunación debe
comenzar en las niñas antes de comenzar su vida sexual. Sin duda, un gran
avance y excelentes noticias para todas las mujeres.
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