lunes, 25 de agosto de 2014

El verdadero médico por Paracelsus

"Aquel que puede curar enfermedades es médico.
Ni los Emperadores, ni los Papas, ni los colegas,
ni las escuelas superiores pueden crear médicos.
Pueden conferir privilegios y hacer que una persona que no es médico,
aparezca como si lo fuera pueden darle permiso para matar,
pero no pueden darle el poder de sanar;
no pueden hacerle médico verdadero si no ha sido ya ordenado por Dios.
El verdadero médico no se jacta de su habilidad ni alaba sus medicinas,
ni procura monopolizar el derecho de explotar al enfermo,
pues sabe que la obra ha de ser alabar al maestro y no el maestro a la obra.
Hay un conocimiento que deriva del hombre
y otro que deriva de Dios por medio de la luz de la Naturaleza.
El que no ha nacido médico, nunca lo será. El médico debe ser leal y caritativo.
El egoísta muy poco hará en favor de sus enfermos.
Conocer las experiencias de los demás es muy útil para un médico,
pero toda la ciencia de los libros no basta para hacer médico a un hombre,
a menos que lo sea ya por naturaleza.
Sólo Dios da la sabiduría médica".

Philippus Aureolus Theophrastus Bombastus Paracelsus es el nombre latino adoptado por el astrólogo, médico, mago, alquimista y filósofo alemán Theophrast Bombast von Hohenhein. Nació en Einsiedeln en 1493 y murió a los 48 años en 1541 en Salzburgo.


Ya lo dijo Esculapio en sus consejos: “...si te juzgas bien pagado con la dicha de una madre, con una cara que te sonríe porque ya no padece, o con la paz de un moribundo a quien ocultas la llegada de la muerte; si ansías conocer al hombre, penetrar todo lo trágico de su destino, ¡hazte médico, hijo mío!

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